Estos edificios tienen primeramente la función de centros de mesa y posteriormente servirán de portalápices. Los niños disfrutarán tener estos prácticos edificios.
*** Reflexión ***
¿Qué sería del mundo si los grandes forjadores de la humanidad se hubieran sentado a la vera del camino a llorar sus fracasos y sus pérdidas? Mas no lo hicieron, por el contrario, se sacudieron el polvo después de sus caídas y continuaron su marcha con la frente en alto; adoloridos, si, pero con la vista fija en la meta y con un solo propósito: completar lo iniciado.
El infortunio solo puede ser vencido con alegría, con actitud mental positiva, vigorosamente, sin vanas lamentaciones que sólo rebajan de nivel al hombre que busca triunfar. Quien no está dispuesto a soportar las caídas que nos imponga el éxito, más vale poner su destino en manos de la suerte.
No hay fracaso excepto en no seguir intentando.
Elbert Hubbard